lunes, 7 de octubre de 2013

Istanbul BB, el equipo del ayuntamiento


Pocos son los aficionados españoles que conocen el fútbol turco en profundidad. Mas allá de los Besiktas, Fenerbahce o Galatasaray, o como mucho el Trabzonspor o Bursaspor, todo parece desconocido en la liga de este país mediterráneo.

La verdad el fútbol turco no destaca por su nivel, ni por su competitividad. Pero si hablamos de Turquía en el ámbito del balompié a todos se nos viene a la mente la misma imagen, cantidad de ultras en los estadios con vengalas y demás objetos de fuego que hacen de sus estadios un auténtico infierno para los equipos visitantes.

Estos infiernos turcos causaron en las décadas pasadas bastante respeto por Europa. Visitar Turquía no hacía gracia a nadie, y equipos como el Galatasaray conseguían una copa de la UEFA en la 1999/2000 gracias en parte al apoyo de su fiel público en sus partidos en Estambul, por lo que los turcos se convertían en uno de los países más temidos del viejo continente.

Los últimos años han disminuido el fanatismo turco en Europa. En parte por las duras sanciones de la UEFA por realizar estas prácticas, también por mayor medida de los equipos para evitar estos altercados. Aún así la pasada semana un Galatasaray-Besiktas tuvo que ser suspendido por la invasión del público que lanzaba sillas al campo, decepcionada por la actuación de su equipo.

Esto demuestra que pese a que se intente frenar este "fanatismo", al aficionado turco le remueven las tripas por dentro. Siempre tiene su ultra en el fondo y cuando las cosas no van como esperan o su equipo lo necesita, sacan esa bestia que llevan dentro. Esa bestia que ha creado unas rivales regionales de odio muy grandes, y que parten a la ciudad de Estambul en varios frentes.

Destacan Besiktas, Fenerbahce y Galatasaray, los tres equipos más grandes sin duda de la ciudad, y que se pelean año tras año por el trono en la Superliga Turca. Los aficionados de estos conjuntos no se pueden ni ver, y la rivalidad regional es de las más grandes del mundo poco por detrás de la altura de lo que puede ser un Boca-River .


Pero además de estos grandes equipos, Estambul es muy grande y tiene más equipo de un nivel más bajo. Uno de ellos es Istanbul Büyüksehir Belediyespor, un club que ahora mismo juega en la segunda liga del país afiliado a la UEFA, después de descender la pasada campaña.

Este equipo tiene una cosa diferente al resto, pues en el denominado por los turcos "equipo del ayuntamiento", ya que pertenece al municipio de Estambul quien lo fundó en 1990 y juega en el estadio Olímpico Atatürk con capacidad para 76092 espectadores. Por lo tanto es gestionado por los políticos de la ciudad, y es un patrimonio más dentro de los fabulosos monumentos que tiene la ciudad que hace puente entre Europa y Asia.

Lejos de una gran masa social o de ultras radicales como lo visto anteriormente, el Istanbul BB cuenta con muy pocos aficionados pero muy especiales. El equipo al ser creado hace poco y tener los tres gigantes en su ciudad  cuenta con muy poca masa social, dejando su estadio con aspecto ridículo por la gran capacidad que tienen, pero esos pocos fieles seguidores que tienen destacan, no solo por no liar ningún altercado con los aficionados de equipos rivales, si no que se juntan con ellos en los partidos y se ponen a cantar sus canticos. Por lo que podemos verlos con los hinchas de Besiktas, Galatasaray o Fenerbahce abrazados, animando y disfrutando juntos del partido. Algo inaudito no solo en Turquía, si no prácticamente en todo el planeta fútbol.


Aunque los aspectos en su grada sean muy tristes, pareciendo que los partidos sean a puerta cerrada y con solo los aficionados rivales con cánticos, el Istanbul BB ha caído bien en el fútbol turco. Esa simpatía con todos los equipos, ese restar importancia a lo que pase en el terreno de juego, esa unión con los fans rivales, esa particularidad que une a este pequeño equipo pero que es único en Turquía y más que probablemente en el mundo entero.

Pues el fútbol no es violencia, el fútbol como el deporte en general sirve para unir. Y a veces el equipo menos pensado, más desconocido, sin fans casi y siendo amo una institución pública, ese nos hace ver que hemos de restar importancia a nuestras diferencias, huir de la violencia y vivir el fútbol a tu manera pero con respeto a los adversarios, que es lo más importante.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Shakther Karagandy, la Europa League llega a Asia



Nos situamos en Kazajistán, un país que antiguamente perteneció a la unión soviética. Situado geográficamente al sur de Rusia, oeste de China y este de Europa. Pese a contar con apenas unos 17 millones de habitantes, este país es el noveno más grande del mundo en cuanto a territorio. Además tiene el honor de ser el país más grande sin costa litoral, mar, en su territorio. Este está prácticamente todo en Asia Central, excepto una muy pequeña parte que se sitúa en zona europea al oeste del río Ural.

Este pequeño fragmento de territorio los aprovechó la federación de fútbol del país, para presentar su licencia UEFA y así que tanto su selección nacional como sus equipos pudieran competir en el continente con mayor nivel futbolístico. En el ámbito selecciones la elección de federación ha sido un éxito, pues si bien es cierto que es prácticamente imposible que en los próximos años Kazajistán se clasifique a una fase final de un Mundial o de una Eurocopa; la gente del país puede desplazarse cada dos años a Astana a ver en la fase de clasificación a grandes selecciones peleando el pase como Alemania por ejemplo en la actualidad.



Pero en el ámbito de equipos de clubs, su nivel tan inferior respecto a otros países del continente hacen que nunca podamos ver a un equipo de Kazajistán en las fases finales de un gran torneo. Ni si quiera verlo jugando una ronda previa contra algún equipo de nombre, ya que a las primeras de cambio estaban eliminados. Bueno más bien debería decir hacían, porque el Shakter Karagandy a cambiado esta tendencia.

Antes de ponernos a valorar el logro conseguido, es una obligación hacer un breve repaso a la historia del Shakhter. Los kazajos fueron uno de los poco equipos del país en llegar a jugar la primera división soviética, aunque con la independencia de su país y la fundación de su federación de fútbol en 1992, no fueron de los equipos punteros del país. El Irtysh Pavlodar con cinco títulos o el Aktobe con cuatro estaban por encima de ellos. Pero en la liga 2011 y 2012, con una fuerte inversión económica detrás, se proclamaron campeones de liga y se les permitía jugar la ronda previa de la Champions League.

Primero tuvo que superar en segunda ronda al BATE Borisov bielorruso, el cual partía con ventaja ya que es un histórico de la competición en los últimos años. Pero los kazajos vencieron los dos partidos por 0-1, suficiente para pasar de ronda. En la tercera ronda la suerte sonrió a Kazajistán y fue un rival en principio más débil como el Skenderbeu el que tendría enfrente. El 3-0 en la ida mató las esperanzas de un equipo albano que venció la vuelta por 3-2. El milagro se cumplió y el rival en el sorteo fue el Celtic de Glasgow, uno de los equipos más fuertes del bombo.


La ida jugada en Kazajistán dio ventaja a un Shakhter que venció por 2-0, en un partido que le salió todo y se alió con la fortuna de mala puntería de su rival. Pese al buen resultado las confianzas eran las justas, quedaba visitar un estadio muy complicado, Celtic Park. Y aquí el Shakter cayó eliminado, de una manera muy cruel. Los escoceses consiguieron igualar la eliminatoria con dos goles sobre el ecuador del partido, pero el Shakter no se vino abajo por esto y desplegó un buen juego en un intento de marcar un gol que le diera el pase. Esta vez no estuvieron acertados cara al arco, pero lo peor todavía estaría por llegar. Cuando todos esperaban la prórroga, un gol de James Forrest al final del tiempo del descuento puso el 3-0 para el Celtic dejando al Karagandy sin Champions League.

El palo fue muy duro, el Shakter y directamente todo el fútbol kazajo había dejado escapar lo que puede ser la oportunidad de su historia estando a un paso de la Champions League. Pero no era momento para lamentaciones, quedaba disfrutar de la fase final de un sorteo bonito como es la Europa League. El sorteo no le deparó  grandes equipos del continente, pero sí rivales que suelen participar anualmente en estas competiciones como el AZ, el PAOK o el Maccabi Haifa.

Los kazajos eran en teoría el rival más débil del grupo, pero la igualdad del mismo le daba alguna remota opción de pasar de ronda. El primer día le dio un susto al subcampeón griego, el PAOK, poniéndose por delante en Salónica pero los blanquinegros consiguieron dar la vuelta al resultado y acabaron venciendo por 2-1. El jueves volverá la competición, y con ello otro partido del Shakhter, esta vez en Astana, pues no se le permite jugar en Karagandy competición europea por las condiciones tanto meteorológicas como del terreno de juego; el rival será el Maccabi Haifa quien también perdió la primera jornada. El duelo se presenta muy interesante, pues el vencedor seguirá peleando por seguir vivo en la Europa League y el perdedor pondrá pie y medio fuera de la competición.



Pocos son los que creen que el Shakhter pueda pasar de ronda, incluso muchos dudan de que consiga una victoria en esta Europa League o incluso los más pesimistas piensan que ni un empate. En Karagandy quieren seguir rompiendo con lo establecido, quieren seguir peleando contra rivales de más reputación que ellos y porque no, si la suerte esta vez les sonríe, y con o sin sacrificio de oveja, quieren seguir soñando con la posibilidad de ver a alguno de los grandes equipos de Europa por las tierras nómadas de Kazajistán.