Nos situamos en Kazajistán, un país que antiguamente perteneció a la unión soviética. Situado geográficamente al sur de Rusia, oeste de China y este de Europa. Pese a contar con apenas unos 17 millones de habitantes, este país es el noveno más grande del mundo en cuanto a territorio. Además tiene el honor de ser el país más grande sin costa litoral, mar, en su territorio. Este está prácticamente todo en Asia Central, excepto una muy pequeña parte que se sitúa en zona europea al oeste del río Ural.
Este pequeño fragmento de territorio los aprovechó la federación de fútbol del país, para presentar su licencia UEFA y así que tanto su selección nacional como sus equipos pudieran competir en el continente con mayor nivel futbolístico. En el ámbito selecciones la elección de federación ha sido un éxito, pues si bien es cierto que es prácticamente imposible que en los próximos años Kazajistán se clasifique a una fase final de un Mundial o de una Eurocopa; la gente del país puede desplazarse cada dos años a Astana a ver en la fase de clasificación a grandes selecciones peleando el pase como Alemania por ejemplo en la actualidad.
Pero en el ámbito de equipos de clubs, su nivel tan inferior respecto a otros países del continente hacen que nunca podamos ver a un equipo de Kazajistán en las fases finales de un gran torneo. Ni si quiera verlo jugando una ronda previa contra algún equipo de nombre, ya que a las primeras de cambio estaban eliminados. Bueno más bien debería decir hacían, porque el Shakter Karagandy a cambiado esta tendencia.
Antes de ponernos a valorar el logro conseguido, es una obligación hacer un breve repaso a la historia del Shakhter. Los kazajos fueron uno de los poco equipos del país en llegar a jugar la primera división soviética, aunque con la independencia de su país y la fundación de su federación de fútbol en 1992, no fueron de los equipos punteros del país. El Irtysh Pavlodar con cinco títulos o el Aktobe con cuatro estaban por encima de ellos. Pero en la liga 2011 y 2012, con una fuerte inversión económica detrás, se proclamaron campeones de liga y se les permitía jugar la ronda previa de la Champions League.
Primero tuvo que superar en segunda ronda al BATE Borisov bielorruso, el cual partía con ventaja ya que es un histórico de la competición en los últimos años. Pero los kazajos vencieron los dos partidos por 0-1, suficiente para pasar de ronda. En la tercera ronda la suerte sonrió a Kazajistán y fue un rival en principio más débil como el Skenderbeu el que tendría enfrente. El 3-0 en la ida mató las esperanzas de un equipo albano que venció la vuelta por 3-2. El milagro se cumplió y el rival en el sorteo fue el Celtic de Glasgow, uno de los equipos más fuertes del bombo.
La ida jugada en Kazajistán dio ventaja a un Shakhter que venció por 2-0, en un partido que le salió todo y se alió con la fortuna de mala puntería de su rival. Pese al buen resultado las confianzas eran las justas, quedaba visitar un estadio muy complicado, Celtic Park. Y aquí el Shakter cayó eliminado, de una manera muy cruel. Los escoceses consiguieron igualar la eliminatoria con dos goles sobre el ecuador del partido, pero el Shakter no se vino abajo por esto y desplegó un buen juego en un intento de marcar un gol que le diera el pase. Esta vez no estuvieron acertados cara al arco, pero lo peor todavía estaría por llegar. Cuando todos esperaban la prórroga, un gol de James Forrest al final del tiempo del descuento puso el 3-0 para el Celtic dejando al Karagandy sin Champions League.
El palo fue muy duro, el Shakter y directamente todo el fútbol kazajo había dejado escapar lo que puede ser la oportunidad de su historia estando a un paso de la Champions League. Pero no era momento para lamentaciones, quedaba disfrutar de la fase final de un sorteo bonito como es la Europa League. El sorteo no le deparó grandes equipos del continente, pero sí rivales que suelen participar anualmente en estas competiciones como el AZ, el PAOK o el Maccabi Haifa.
Los kazajos eran en teoría el rival más débil del grupo, pero la igualdad del mismo le daba alguna remota opción de pasar de ronda. El primer día le dio un susto al subcampeón griego, el PAOK, poniéndose por delante en Salónica pero los blanquinegros consiguieron dar la vuelta al resultado y acabaron venciendo por 2-1. El jueves volverá la competición, y con ello otro partido del Shakhter, esta vez en Astana, pues no se le permite jugar en Karagandy competición europea por las condiciones tanto meteorológicas como del terreno de juego; el rival será el Maccabi Haifa quien también perdió la primera jornada. El duelo se presenta muy interesante, pues el vencedor seguirá peleando por seguir vivo en la Europa League y el perdedor pondrá pie y medio fuera de la competición.
Pocos son los que creen que el Shakhter pueda pasar de ronda, incluso muchos dudan de que consiga una victoria en esta Europa League o incluso los más pesimistas piensan que ni un empate. En Karagandy quieren seguir rompiendo con lo establecido, quieren seguir peleando contra rivales de más reputación que ellos y porque no, si la suerte esta vez les sonríe, y con o sin sacrificio de oveja, quieren seguir soñando con la posibilidad de ver a alguno de los grandes equipos de Europa por las tierras nómadas de Kazajistán.
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