lunes, 18 de noviembre de 2013

Nueva Zelanda, la invicta olvidada

Hablar del país neozelandés en el ámbito del fútbol es desconocido para la mayoría, que los kiwis se se encuentren a un paso de quedar eliminados del Mundial tras perder 5-1 en la ida con México parece algo que entra dentro de la normalidad. Pues pocos son los que recuerdan que Nueva Zelanda fue la única selección que no perdió partido en la pasada Copa del Mundo en Sudáfrica, y que si no hay una remontada épica no podrá defender este honor en Brasil.




Si salimos a la calle de nuestra ciudad y preguntamos a unas cien personas que selección ganó el último Mundial, 99 de las 100 acertarían en su respuesta. Si la pregunta es quien fue por la FIFA el mejor jugador de aquel torneo, solo los mas futboleros sabrán que fue Diego Forlán el ganador. Pero si ya preguntamos que selección fue la única que quedó invicta en aquel Mundial, prácticamente nadie sabrá que la desconocida Nueva Zelanda tiene este honor.


Para llegar a este Mundial, la selección neozelandesa de fútbol tuvo que quedar primera del grupo en Oceanía, cosa que realizó con bastante facilidad ganando todos los partidos excepto una derrota, gracias en parte a la salida de Australia de esta confederación. En las eliminatorias intercontinentales le tocó jugar contra Bahrein y tras empatar a cero en tierras asiáticas, un simple 1-0 le sirvió a los All-Whites para acudir al Mundial.


Parecía que ya era todo un premio llegar a este cita para ellos, cosa que hasta esta edición solo lo había realizado en el 82, pero lo mejor estaba por llegar. Empezaban contra la en principio segunda selección mas débil del grupo tras ellos, Eslovaquia. Los europeos se adelantaron en el minuto 50, y cuando parecía que todo se acabaría así un gol de Reid en el 93 dio a los kiwis su primer punto en los mundiales, dando la primera sorpresa de muchas.



La siguiente rival era la todavía entonces campeona del mundo Italia. Los transalpinos no pasaban por su mejor momento, ya que entre otros resultados habían cedido un empate con paraguay en la jornada inagural del grupo, pero en principio no debían tener excesivos problemas para vencer a un cuadro oceánico donde varios jugadores no eran profesionales. Pero de nuevo no fue así, ya que los neozelandeses se adelantaban gracias a Smeltz aunque pronto empató Italia gracias a un penalti transformado por Iaquinta. Pese a los intentos inexplicablemente para muchos los italianos no consiguieron dar la vuelta al choque, y los oceánicos seguían sin perder y con opciones al último duelo del grupo.


Aquí se confirmaban las sorpresas, Nueva Zelanda en un áspero encuentro empataba a cero con Paraguay, y aunque el resultado les dejaba fuera del Mundial, se marchaban del mismo sin perder ningún encuentro. Algo poco común, pero menos aún en una selección con tan poco nombre como los kiwis. Las palabras de su seleccionador, Ricki Herbert, al finalizar la competición demuestran bien el pensar del pueblo neozelandés: "lo pudimos hacer mejor, pero también mucho peor".

Cuatro años después, y con el mismo Herbert a la cabeza, de nuevo Nueva Zelanda ha llegado a la repesca intercontinental tras ganar la clasificación de la OFC. Aunque esta vez no le han sonreído tanto la fortuna y le ha tocado un duro rival, México, quien solo pudo ser cuarta en el hexagonal.



El resultado de ida donde los aztecas vencieron por 5-1 deja muy tocada las esperanzas de los kiwis de cara a la vuelta. Aunque su entrenador ha advertido que "serán muy agresivos", las posibilidades de que se produzca el milagro son muy escasas.

Si finalmente no ocurre, a la mayoría le vendrá a la cabeza que entra dentro de lo común que una selección con tan poco nombre quede fuera de la cita mundialista, pero a pocos se les vendrá a la cabeza que la única selección invicta en el pasado Mundial tristemente no podrá intentar revalidar su condición en este. Siendo Nueva Zelanda, una invicta olvidada.

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